Filme que tuve la oportunidad de ver durante la exhibición de Cine Internacional 2004. La verdad no tenía idea acerca de este filme, que mas bien es documental, elaborado por el director Simon Pummell; del cual no sabia nada acerca de su trabajo. Pero lo que más me llamó la atención es la incursión de Jonny Greenwood, el guitarrista de Radiohead, al cine. Él compuso gran parte de la banda sonora de este experimento. Finalmente entre a la sala con una curiosidad inmensa y un tanto incierta, solo por saber si lo proyectado en verdad valía la pena. Pues dejenme decirles que me lleve una grata sorpresa. El filme recorrre todas las vicisitudes de la existencia del ser humano, desde su creación hasta su muerte.
Pero hay que señalar que presenciar tales acontecimientos te dejan estupefacto, porque el filme recorre paso a paso la creación del ser humano, desde la entrada de los espermatozoides al aparato reproductor femenino, hasta la intercepción del mismo ovulo para con ellos. Podemos ver de manera sublime, la reacción celular que acontece la entrada de un espermatozoide al ovulo y el recorrido de este mismo por las trompas de falopio, para acentuarse en una zona idónea y asi llevar a cabo el desarrollo de la placenta con el feto. Lo que más impactó fueron todos los partos naturales puestos en pantalla sin ninguna clase de censura. Tales imágenes nos dejaron con un estupor inefable que dejó inermes a mas de uno, toda esa oda de nacimientos milagrosos entraron por nuestras retinas para quedarse por siempre en la mente de todos los presentes. No hizo falta la reflexión de lo grandilocuente que llega a ser la vida y su concepción.
Conforme el filme iba avanzando, más sorprendidos nos quedabamos. El filme llega a tocar varios nervios sensibles del colectivo humano mundial, toca temas como el de la religión, el sexo, la hambruna, el racismo, la politica, las destrezas y habilidades milagrosas que un humano pueda tener, las enfermedades de toda indole, la guerra, las mutilaciones, los defecos del nacimiento, la adolescencia, las toxicomanías, la tecnología y todo lo que esta a nuestro alrededor. Un filme hermoso, fautor, lleno de efluvios y de una gloria sin igual. Todo un templo de imagenes conspicuas que nos llevan a la reflexión y a la valoración de la vida en todos sus sentidos. Un filme arriesgado, si, pero lleno de verdades y ciclos. Porque al final de cuentas nadie sabe que sigue después de la muerte, pero el buen Pummell nos lleva al comienzo, a la creación del ser humano. Les recomiendo este gran filme y que compren su banda sonora, que también es una joyita más.
Texto elaborado y creado por
Eliel González.
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