Top of the lake es una serie elegante que llego para quedarse, una vez que tu retina ve uno de sus episodios, te queda tatuada en la mente sus personajes, sus paísajes y la tensión que maneja la serie desde el minuto que comienza. Y por supuesto, te impresiona Elisabeth Moss y las vicisitudes con las que se enfrenta a cada minuto que transcurre el episodio. Sin duda alguna, la serie esta cargada de episodios repletos de sentimientos encontrados, emotivos, reflexivos, llenos de acción pero también tiene esa perspicacia en la narrativa que pocas series tienen.
El punto álgido se encuentra en los episodios 5-6 y 7 de la primera temporada -el episodio 6 es de lo mejor que he visto en mucho tiempo-, y de la temporada dos: 3-4 y 5. La entropía con la que comulga la serie, se alimenta y se refuerza gracias a los paísajes exhibidos de manera descomunalmente increíble, una fotografía impecable, un guión bastante común pero que hila a todo el mundo de la corrupción alimentado por el mundo bajo de las drogas, familias y relaciones amorosas disfuncionales y apaciguamente fautoras. Al igual que hay tensión también encontramos momentos de silencios perfectos que aportan de manera sublime y gozable a la historia.
Una serie sin una pizca de oropeles y con una maestria narrativa intachable. Elisabeth Moss mostrando su máximo potencial como actriz, el papel de detective le queda bien pero mas allá de eso, la actriz lo interpreta con un tacto y una conspicuosidad excelsa. El resto del reparto no queda ofuscado pero llegan a tener una importancia de soporte para la coyuntura del guión.
Texto elaborado y creado por
Eliel González.
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