1.12.15

Metal Slug 3 y Superman: Red son.


Aún no encuentro adjetivos calificativos que le den un lugar digno a este juego, la primera vez que lo jugue fue el 1 en arcadia, como todas las demás secuelas del juego, aun me sigue impresionando todos los detalles gráficos que contienen estas sagas. Menciono en está ocasión el 3, porque para mi es el mejor de la saga. No solo por el hecho de que tenga mejores jefes, mejores escenarios, mejores personajes y mejor música. Sino también por el simple hecho de poner en onda a los Zombies. Este juego es sin duda, uno de los mejores juegos que el mundo del arte en pixel ha tenido el privilegio de presenciar.


En estas noches de madrugada he comenzado a leer SUPERMAN: RED SON. Escrito por el escocés MARK MILLAR y que es sin dudas para mi, la obra olvidada del autor. No sé porque la gente ha desvalorizado esta obra al grado de dejarla fuera del marco de KICK ASS, NEMESIS o la misma WANTED, que si las comparo con SUPERMAN RED SON, la única que se salva es KICK ASS por su originalidad.

Debo subrayar que no conocía la obra, inclusive ahora que la leo me esta sorprendiendo gratamente. Hablando del comic, es muy bueno. Su trama es acentuada pero suelta y un poco ambigua, pero los personajes están muy bien construidos; lejos esta el SUPERMAN gringo. 

Acá SUPERMAN se muestra mas seguro y alienta a las masas a seguirlo. Sin caer en la dictadura que esta cayendo LEX LUTHOR. Eso si, hay mucha carga politica, la historia esta centrada en los 50s y justo en la guerra fría.

Me gusta mucho que Miller maneje a este SUPERMAN como una contradicción de la doctrina Marxista, presenta una ambigüedad muy estrecha. 

En cuanto a su estructura, SUPERMAN: HIJO ROJO se divide en tres partes, la primera de ellas titulada El Amanecer del Hijo Rojo, centrada en presentarnos la forja de este Superman y su relación con el mundo de los años cincuenta; la segunda, El Apogeo del Hijo Rojo, en la que se nos relata la llegada de este al poder ya en los años setenta y su insistente persecución de la utopía y, finalmente, El Ocaso del Hijo Rojo, ya en pleno siglo XXI, donde asistimos al desenlace de la historia con un final, al parecer propuesto por Grant Morrison, que resulta en toda una paradoja futurista muy propia del género de ciencia ficción y de las fábulas políticas y que también funciona como homenaje implícito a la génesis del conocido Hombre de Acero. 


En el apartado gráfico, el dibujo de Dave Johnson y Killiam Plunkett cumple con lo esperado, un trazo simple pero lo suficientemente agradable y detallado como para no entorpecer la historia desarrollada por Mark Millar que intenta retrotraernos en cada una de las partes del cómic al momento histórico que representan. 

Cabe destacar, en este aspecto, las portadas originales y alternativas del cómic que recuerdan, intencionadamente, a las campañas propagandísticas de la Segunda Guerra Mundial y la posterior etapa de Guerra Fría y también la lograda labor de adaptación simbólica de los reconocibles personajes que pueblan las páginas de Superman: Hijo Rojo. 

Sin más, este comic es altamente recomendable.

Texto elaborado y creado por
Eliel González.

No hay comentarios:

Publicar un comentario